lunes, 6 de julio de 2009

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Espero mirándome las rodillas y las manos, a mi alrededor todo es decrepitud. Las toses y los niños llorando, los viejos y las madres. Estas últimas especialmente irritantes ¿Por qué esa inquietud, acaso en casa váis a hacer algo mejor? Los altavoces resuenan de vez en cuando, metiendo molestas vibraciones en mi cuerpo. El aire huele a limpio, tampoco me gusta.

Como quedan aún dos personas delante de mí, juego a pensar qué colores me vienen a la cabeza con dos conceptos. Luego mezclo los colores y las palabras, y miro si coinciden. Hubiese traído un libro, pero no tenía ganas.
Me toca, y la recepcionista deja de mascar chicle para preguntar lo que quiero.
Quiero una cita con el psicólogo.
Me pregunta la causa resumida. Resumida dice, casi me entra la risa.
Problemas existenciales.
Me mira interrogativa, inquisitiva, yo qué sé qué, mientras masca el chicle.
Tendencias suicidas, reformulo, molesto.
Empieza a teclear mientras miro alrededor. Me viene la palabra antiséptico a la cabeza, aunque no sé lo que significa realmente. Las palabras esdrújulas me resultan amarillas. Juego a encadenar palabras, hasta que llego a la de siempre; no sé cómo, todo tiende a eso.

En 5 semanas le viene bien?. Despierto del ensueño. Una cita para dentro de 5 semanas. Empiezo a reirme. Sí, supongo. Va a ser un tiempo interesante.

Tengo un niño detras, al lado de la madre. Me pregunto con qué tiempo de diferencia un niño concibe los conceptos de muerte y suicidio. Si los mezclas, te queda una especie de azul marino, pero más oscuro.

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People are strange - The Doors

3 comentarios:

  1. Azul oscuro... Más bien gris tirando a negro, oiga.

    Excelente texto.

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  2. Tuve un compañero en el instituto que es el vivo retrato que describes en ese relato. Era pura sinestesia cromática, muy creativo y con una imaginación impresionante. También acabó en tratamiento psiquiátrico, después de ir a la cárcel por un error de la policía. Salía de la Facultad, en primero de Filosofía, y en una movida con la poli, lo pillaron saliendo del edificio. Él, que no se metía con nadie, ni militaba en nada. Pobrecillo. Lo metieron en un coche blindado y estuvo en la DGS tres o cuatro días y ni su familia ni los compañeros sabíamos nada. Se quedó en estado de shock, sin hablar ni contestar porque perdió el habla. Luego le juzgaron. Y le condenaron por desacato a la autoridad y alteración del orden público. Fue un caso terrible. Cuando se dieron cuenta de la barbaridad que habían hecho la taparon para que no se supiera. Y estuvo casi tres años en Carabanchel encerrado siendo inocente. Qué fuerte! Eran otros tiempos. Ahora a aquellos polis les habría una buena por tal atrocidad.
    El chaval nunca volvió a ser el mismo.
    Creo que es una suerte vivir en este tiempo,aunque sea más caótico y menos "seguro", la persona y sus derechos tienen más valor.

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  3. Azul oscuro casi negro. Como esa película.

    Encontré un fragmento por youtube. http://www.youtube.com/watch?v=lWQfOnfeuUk Es adecuado. Tiende al blanco, como esta entrada.

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