jueves, 23 de julio de 2009

Carga

El día que el chico de atrás se suicidó, era un día normal. De clase.
Lo encontraron en la bañera, 6 horas después, calculan los médicos. Hay quien dice que lo notó distante ese día, y quien dice haberlo visto como siempre.

La críptica frase encontrada al lado sobre un papel: “No os preocupéis, solo lo entendí”
Las habladurías corrieron.

Todos se preguntaban qué era lo que había entendido. Se empezó a interrogar a amigos, sobre si le había pasado, visto u oído algo que le hubiese dolido, si sabían a qué se refería. Lastimosa necedad.

La profesora de literatura, creyendo haberla entendido, la hizo ver a los alumnos como un magnífico ejemplo de miniaturización literaria: en seis palabras estaba su vida, estaba su muerte. Los padres se enteraron y lo consideraron una falta de respeto.
El de filosofía también creyó entenderla, y se torturó por ello.
El existencialismo entraba en el temario, no era culpa suya, no.

Se discutió si la frase podía ser el epitafio que deseaba.
Finalmente fue lo que pusieron en la lápida. A los días descubrieron bajo la mesilla de la habitación sus últimas voluntades. El viento debió habérselas llevado.

Por desgracia quería otro epitafio. Además de una canción para el entierro, y nada de pésames. Demasiado tarde.
Se reanudaron las clases, reinando el silencio. Era innecesaria aquella solemnidad.
Nadie entendió que no había nada que entender.

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Papá cuéntame otra vez - Ismael Serrano

2 comentarios:

  1. Esto era una luz que buscaba el interruptor para encenderse sin darse cuenta de que ya estaba brillando en medio de la oscuridad. Ella no se daba cuenta, pero los que transitaban las tinieblas verdaderamente a oscuras, sí la veían y se guiaban por su ligero resplandor, para no perderse aún más.
    Un buen día dejó de mirar lo oscuro y se concentró en su interior, entonces se empapó de algo nuevo y feliz. Ella era la misma chispa que estaba dormida dentro de los que la seguían. Así que pensó "voy a decírselo" y cogió una guitarra y se puso a cantar. Entonces los que iban a ciegas dandose golpes contra todo, empezaron a encenderse y así juntos consiguieron una total claridad que les hizo ver el mundo como es de verdad.
    Y todo gracias a aquella luz que buscaba la Luz. You'r that, do'nt remember?

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  2. Esto tiende al blanco. Es tan triste como la canción.

    Aunque no hubiera nada que entender, la frase es sugerente, no sé. La culpa la tiene Sartre, seguro.

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