martes, 2 de junio de 2009

Sutilezas

Venga, ahora, hazlo ahora, la tienes en el punto... Mírale los ojos, no era así como te miraba al principio del día. No será por no haber tenido oportunidades: en su cama, en la tienda de batidos, en el parque...
Vamos animal, hazlo de una vez.

Pongamos el caso de que no quiera. Y que aun así me lo acepte. Y aun peor, que fuese la primera vez. No podría perdonármelo.
Sus ojos, sus ojos...como si yo supiese de eso. Me están sudando las manos. Ah, si decir las cosas fuera tan fácil. Todo gestos y miradas mierdas así. Que eso surge dicen. Tal vez sea mejor un rodeo, tocarle el pelo o algo así, unas indirectas... su sonrisa lo era acaso, o no?
Con susurros podría tantear un poco. Si es que me la comía, dios. Tal vez no la merezca, y esto sea forzar lo injustificable...no no, este no va a ser otro fracaso.

La tierra, blanda y mojada, podría ensuciarnos. Pero al parecer no nos importa, estamos bien. Se llena el silencio con un poco de brisa y nuestros pensamientos agónicos. Como qué vera en mí, qué ojos tan bonitos, pero ante todo, vamos animal, hazlo de una vez.


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Qué pobremente elaboro la ideas, dios. Debería haber pensado muchos más detalles, y darle algo más de ritmo, aunque sea una introspección. Tal vez lo haga un poco más largo otro día.

Pas de deux-Tchaikovski
(auriculares si es posible)

5 comentarios:

  1. Me encantan los susurros y odio las manos sudadas.

    (Siento sacar tanto a la luz los detalles de tus relatos, pero suele ser siempre en lo que me fijo primero :P)

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  2. Vamos animal, hazlo de una vez.
    No es de tus mejores entradas, ¿eh? Le falta "algo".
    Pero aún así no duele leerlo.

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  3. Conmovedor. De verdad. Y esa sugerencia de "miradas mierdas así", ¡es todo un flash!Un detalle básico que delata al animal que llevas dentro más de lo que imaginas, que te empuja y te bloquea, que te hacer hervir y te congela. Que es capaz de convertir la sutileza en un barrizal, como luego describes en el último párrafo. Más realismo introspectivo imposible.
    Además hay ternura en esa animalidad. Ese "si es que me la comía, dios" es precioso, es lo que se le dice a un niño chiquito. "Comerse" al ser querido es hacerle formar parte de uno mismo para siempre."Comulgar" con él.
    Y esa incapacidad para abrirse ante unos ojos queridos, es preciosa. Más elocuente de lo que piensas. A veces el amor es tan tremendo que nos deja inservibles para todo lo que no sea estar rendidos a su grandeza. Leonard Cohen se tuvo que divorciar porque estaba tan sumamente absorto en la belleza de su mujer que no podía escribir ni pensar ni dormir ni hacer nada que no fuese mirarla. Y cuando llevaba meses así, se dio cuenta que aquello no era sostenible...Espero que no llegues a tanto, pero sigue expresando ese canal interno porque así conectarás de repente con el grifo del sentimiento que convierte al eros en logos. Es decir, en las palabras justas.
    Me ha encantado y no digamos ese pas de deux tchaicovskiano y ci(s)negético con auriculares, para más inri...

    Gracias, querido Víctor, eres un sol!

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  4. Hacía tiempo que no me pasaba (examenes y demás..) pero me ha encantado la entrada de concreción.
    Simplemente sutil, corta, fulminante.

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