Y cuando ya estaba acostumbrado
Al eco de su hay alguien ahí,
Repicaron pasos en la entrada
Y apareció Chico Molestia.
Originalmente no llamado de ninguna manera
Pero esta una larga historia es.
Le invita a comer en su propia casa,
Fíjese usted el disparate.
Y se va a la cocina, pero no habla.
Los cafés son corteses y están en silencio.
Si lo piensas, mejor así.
Costaba entender su lengua
Y recordar sus frases.
A veces el empeño lo es todo,
Otras ni la mitad.
Pero al decir la palabra prohibida,
Que otro diría; pues qué tontería,
Se puso a llorar.
Mas dijo que no pasaba nada.
Y le invitó a no repetirlo.
Por qué hacerle feos a un primerizo
Confesor educado.
Se puso a llover,
Los cristales se empañaron.
Los llevó a las pocas ganas
De hablar.
No has sabido administrar
la elegancia del secreto.
Cogió el sombrero
Y abrió la puerta.
Se fue sin dar pistas de si volvería,
O de si seguiría viviendo, incluso.
Joven no supo por qué pensó eso último,
Pero lo hizo.
--
Personal Jesus - Lisa Hannigan (Depeche Mode)
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La gente con sombrero y que toma un café silencioso siempre vive
ResponderEliminaraunque muera.