jueves, 28 de enero de 2010

Fanfic

Nacho, el increíble Nacho, ganó la fama labrando sus canciones acerca de pérdidas y decaimiento, con complicadas metáforas y acordes que huían de lo establecido tanto como él.

Cuando paseaba junto a su guitarra por parques veredes, no era extraño que extraños pidiéranle que les tocara una canción suya o le enseñaban cómo lo hacían ellos. Algunos, medio entendidos, medio generosos, hablaban o se animaban a tocar junto a él temas de Dylan, por muchos sabida su gran pasión. Y los pobres se creían originales con esto, pero Nacho estaba harto de tipos así. Otros, sabiendo de su gusto por lo beatnick, lo invitaban a emborracharse con todo tipo de alcoholes, pasando de absenta, por vodka, hasta vino de cartón. De todo hay en las viñas del señor, nunca mejor dicho. Otras tantas quinceañeras eufóricas y sobrehormonadas quisieron jugar a los médicos, algunas bien formadas pero sin tener idea ni de lamer un chupa-chups.

Y siendo estas todas sus desventuras, un día una mirada adolecente y adolescente lo abordó en el césped. Te llamas…Nacho?
Me llamo.
Entrenada a base de experiencias, su lengua punzante tenía preparado un Déjame en paz anda mientras sacaba de su bolsillo cigarro y mechero. Pero la mirada triste sacó de su bolsillo un pequeño tablero magnético, doblado por la mitad y que sonó traqueteante al moverlo.

¿Juegas al ajedrez?

Por primera vez en mucho tiempo Nacho, el increíble Nacho, sonrió.

--
Hazey Jane - Nick Drake

4 comentarios:

  1. Sencillo. Así es como las ideas más complicadas toman forma ante nuestros ojos.
    Le he echado un buen vistazo a tu blog, y me ha gustado mucho lo que he leido.
    Este último ha hecho que yo también termine por sonreir al acabarlo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. lo diferente se muestra increiblemente divertido ante nosotros. me conmovió el final:)

    ResponderEliminar
  3. Me conmueve que tengas seguidores. Espero ver algo más largo algún día. :)

    ResponderEliminar