Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
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jueves, 24 de febrero de 2011
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Y lo que no son las palabras también.
ResponderEliminarcomo la serpiente loca de movimiento
ResponderEliminarque sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Me quedo con eso.
Precioso
Tan perfecto como siempre. Sobre todo el final.
ResponderEliminarEs y será uno de mis poemas favoritos. Y Pizarnik es y será una de mis obsesiones predilectas. Lindo encontrarla por aquí.
ResponderEliminarHe muerto con "Pero hace tanta soledad
ResponderEliminarque las palabras se suicidan". No lo conocía y me ha requetencantado.
Hace poco me regalaron un libro de ella, es perfecto :)
ResponderEliminarEspirales y demasiadas cosas.
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