Desde el momento en que la ciudad me dijo hola con sus manos de cemento, se me quitaron muchas tonterías de la cabeza. Supe que no iba a dormir en un césped, ni a hacer autostop. Dejemos esas cosas para las pelis.Me siento estúpido. He hecho llorar y eso me ha hecho llorar.Tal vez solo son coletazos, llamadas de atención porque algo, o más que algo, no cuadre. Hoy mas que nunca quiero abrazar a alguien.Son las 12. Voy a aguantar despierto hasta que amanezca en la playa. Aunque aún no estoy en ella. Mi cuerpo tiene hambre pero yo no. Aún no estoy en ella, tocando flojo en un sitio, pero deseo gritar How does it feel?, al ritmo de los acordes C F G.Quedan 7 horas para el amanecer.
Pensaba qu estaba vendiéndome algo, pero lo que ese negro estaba repitiendo era "Take it easy man, take it easy" Me ha visto llorar.No puedo dejar dejar de escribir, sale como a presión. Ciertamente, solo estoy contando lo que pasa, pero siento que esto es literatura, y más de lo que nunca lo ha sido, tal vez. De camino a la playa, tengo la incesante necesidad de hablar sólo, de hacer introspección.
He llegado a la playa: no sé si será el lugar o es que el mar es así de noche, pero las olas son muy extrañas. No sé. He de ir con cuidado de no tapar la luz de las farolas al escribir. Debe haber pasado como una hora o así, y estoy con unos extrangeros en la horilla. He tocado un poco, la rubia es bastante guapa. Saben de música.
Hacia las 3 ahogué mis penas con diversos desconocidos. Por la avenida una negra me hizo un interrogativo gesto de chuparla. Sí, había desistido en mi ilusión por ver salir el sol por el mar, puesto que ni siquiera sabía si eso ocurría así. Y aquí me veo, pasadas las 4 en una parada de autobús, con un cantautor borracho con cortes en los antebrazos, diluyéndose el presente con todo, sin saber lo que quiero, ni lo que haré.Desconecto.
viernes, 26 de junio de 2009
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Ufff, menos mal que has dado un toquecillo...aunque sea desde la pegajosidad de la playa ¿del Cabanyal, Malvarrosa,Patacona, Saler, Alboraia,Port Sa Playa, Sagunt, Massamagrell o Canet? Toda una colección de bambalinas acuosas para acompañar la salinidad de una adolescencia nómada e introspectiva, como todas las adolescencias hermosas y eternas, que solemos sufrir y disfrutar a ciertas edades. Y prolongar en secreto, de vez en cuando, en voz bajita, guitarra con sordina y caminos por andar, aunque quisiéramos estar en un puerto más seguro y familiar,sitting on the dock of de bay y que fuese Otis Redding quien nos vendiese la melodía y no un hombre de piel oscura en precario o una pobre mujer con el mismo tinte epidérmico, que deben hundirse en el asco para mandar unos pocos euros a quién sabe qué aldeuca de Guinea o Costa de Marfil...donde sus hijos o padres, madres o hermanos,tal vez experimentan lo que es tener hambre en el cuerpo y en lo otro también.
ResponderEliminarAsí es la vida, que barre el nihilismo de un solo soplo bis a bis si la dejamos, libre, mostrarnos el catálogo de delikatessen que reserva para quien quiere ver y sentir. Y, luego, pensar.
Mejor dejar al corazón tomar la iniciativa. Y luego, pensar. Si es necesario.
Primero el abrazo, con un llanto dulce. Y sentir. Y mirar para ver o ver para mirar. Después, la sustancia del mar como argumento.
Espero que estas líneas de complicidad no ocupen espacio demasiado en tu mochila.
Hola, Victor
ResponderEliminarMenuda aventura te has montado! Espero que conectes alguna vez más para que te podamos entrever por esos mundos. Como buena abuela, me hace ilusión ver en ti el reflejo de mis nietos, que pronto llegarán a tu edad y seguramente harán lo mismo que tú. Como ya hicieron sus padres y madres en su momento. Y como hice yo misma en el mío.
Espero que lo pases en grande y que guardes intactas esas ganas de abrazar a alguien, para el regreso inevitable. Siempre se termina por regresar a Casa y por encontrar la raiz que nos sostiene de verdad.
Pero tú mientras, disfruta. Aprende, recuerda y olvida. Crece!!!!!!!
Besitos para el viaje.