domingo, 19 de diciembre de 2010

Azucarillos

Estaba tumbada. Y al tumbarse al lado, y ver a qué sabe el silencio… Al simple estar, besando y mirar a los ojos y lo notas. Un fugaz destelleo que se disuelve. La voz que dice A mí me gustaría estar aquí, pero las cosas son complicadas. Y perturbadoramente su voz es eco en la habitación de tu cabeza, su voz son pinturas que tienen un sentido. Me gustaría estar pero correas tiran de mí hacia atrás. Perro malo, ahí no. Personas no. Mundo no. Tumbarse es el estado último, y mil pensamientos así. Oh, y si quieres venir ven, si no no pasa nada. Si va a ser lo mismo, amor. Aquí y allá. Aquí al menos hay silencio. ¿No se está así bien? Obviamente nos inhabilita. Para lo útil y práctico en el mundo del bienestar bienestante claro, pero otros caminos. Caminos de bosque, y si quieres probar suerte. Suerte de qué. ¿En el espíritu? De un remolino de viento puede salir un avión, pero mon amie…eres lo que eres. La misma serpiente.

Y ella está ahí, de nuevo. ¿Estaba? No me acordaba. Así que esto es su cabeza. Fetal y fatal. Mil páginas así, la odisea del hombre contemporáneo. Individualidad y fondos de gestión. Esto me da miedo, amor. Y precisamente cuanto más miedo, más me daba ella la mano. Más era yo y ella. Cuanto menos todo lo demás. Como tú. Irrelevante. Ven, mi amor, al blanco y el azul oscuro. La brisa. Ven, amor, a la posición fetal conmigo.

He cambiado de opinión, dice. No da igual que estés. Quiero que estés. Quédate. Tú puedes no ser el mundo, si quieres. Quédate. Como en la canción. Yo te inventaré palabras locas que tú comprenderás. Que tu comprendra. Jung decía, decía…este hombre y su hija comparten el mismo torrente mental. Sólo que él lo puede convertir en libros. Pero ella… The Wild Lucy. Y de repente ella me empuja y todo es extraño. Las cosas dejan de ser fetales y fatales con el mismo peso, y se difractan. Y es coger primero la mano para acercar y abrazar. Y aunque estemos en el país de las maravillas, confiar en que las películas tienen razón. En que eso calma a las mujeres. Shhh, shh. Volvamos al mundo, te parece? Bien. Pero como decía…aún estando aquí, estás lejos. Y el problema no es que no te quiera. Es que no te recuerdo.

Y lo decía así, susurrando, y se quedaba en el aire.

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Ne me quitte pas - Jacques Brel

Y una cosa sin importancia.

martes, 7 de diciembre de 2010

Retire contenido

Mmm. Capuccino, sí, mejor hoy capuccino. Sólo me faltaba amargarme el gusto también. Panda de hijos de puta. Vienen del instituto que no les han dado ni dos tortas y claro, aquí gilipollas perdidos. Espere producto. Y te sale una barrita, qué gracioso, parece que me lo estoy descargando. Mmm. Es que es eso. Luego les haces así y se achantan. Pero claro, no puedo. No puedo ni coger e irme de clase cuando me tocan los cojones y paro la sexta vez ya. Luego te vienen del rectorado diciendo que no juegues. Ellos juegan, ellos. El examen, sí, ya veremos qué risa les da.
En fin. Mmm.

Y encima las chicas de la fila esa que parece una fiesta, que no sabes si vienen a dar clase o de copas. Maquilladas como una puerta. Jeje, siempre me ha hecho gracia eso. Y las piernas al aire, por dios, no tienen frío? O cuando llevan medias, quién sabe cuánto hace eso. Retire contenido. Mmm. Pero qué mierda. Qué mierda de veras. Un dedo de leche, otra vez la máquina así. Mira da igual. Si hubieran sido así en mi época. Dios da...como era lo que...dientes a quien no sabe qué morder ni cómo. Qué bueno era. Medio calvo. Allen. Pero se ha quedado aquí, como todos. En lo que quieras, pero el mejor, decía papá. Te dicen todos oh..de universidad, y es la misma mierda en casa y en todos los... Míralos qué animados salen. Ahora al bar de quintos y ea, no pegar palo al agua. Mmm.

Cómo se llamaba... Marla, sí. Fea, pero una diosa. La noche aquella media hora hablándole en el bar, que me quedé a media distancia para que no oliera el sudor de los nervios que llevaba. Luego dijo que era lo que más le perdía. Bueno, lo que más... Y cuando me abrazó desde atrás y empezó a. Dios. Sentados. La oreja, qué ruidos hacía con lo de la oreja. En fin. Cuánto tiempo...
Y dicen que ahora están informados. A saber qué mierda hacen. Mis cojones a que no disfrutan ni la mitad. Disfrutar, qué coño van a disfrutar. Todo jiji, jaja, y no saber nada de nada. Cuanto mejor peor. Cuanto peor, mejor. Si será verdad. Ahora en serio...

- Profesor, va a pedir algo?
Mmm.
- Eh?

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Echos de France - Django Reindhardt
Y si a alguien le apetece Bach, pues Bach.